♥ Los bebés tienen unas marcadas preferencias olfativas que han protagonizado numerosos estudios científicos. Cuando todavía son fetos, ya perciben el olor del líquido amniótico, por lo que nada más nacer, es su olor preferido, el que le da más calma y seguridad.
♥ Hay que tener en cuenta que tras el parto, un mundo nuevo de sensaciones aparece de golpe y porrazo para el bebé, por lo que ese tránsito del medio intrauterino al extrauterino debe ser lo más gradual posible, evitando sobreestimular si no hay necesidad de ello. Pasan del sonido altamente amortiguado a oír voces directas, del calor de los 38 grados de interior del útero a los veintitantos del paritorio, de la confortabilidad de estar inmersos en líquido y rodeados enteramente por el útero a estar al aire y en contacto con varias manos y del único olor del líquido amniótico a varios olores nuevos, es todo desconocido para él.
♥ Por eso, para adaptarse sin ansiedad a todos los bruscos y nuevos cambios, es importante amortiguar esas variaciones al máximo. Se ha evaluado la evolución de esas preferencias olfativas en los primeros días y, como era de esperar, esa preferencia por el olor del líquido amniótico va dejando paso lentamente al olor del calostro. Sabiduría «natural» pura, si no estuviéramos programados así, nos moriríamos de hambre.
♥ A las 4 horas de nacer el olor del calostro va ganando terreno, aunque aún no se iguala al olor del líquido amniótico, el bebé sigue prefiriendo este último. Como nadie le habrá bañado (como vimos aquí que era beneficioso no hacerlo nada más nacer), ese olor propio le servirá para calmarse.
♥ A las 24 horas de nacer, las preferencias prácticamente se igualan, a los 2 días supera el calostro al líquido amniótico y a los 4 días ya casi se ha olvidado del líquido amniótico, aunque siguen mostrándose preferencias por él, pero siempre primero el calostro de su madre. Sobra recordar la importancia que tiene el piel con piel tras el parto y que la mamá permanezca junto al bebé en todo momento durante estos días.
♥ Los estudios van más allá y comparan las preferencias de los bebés al olor líquido amniótico con el olor de la leche de fórmula. A las 4 horas las preferencias entre leche materna y leche de fórmula son similares. Al día siguiente de nacer, los bebés prefieren la leche de fórmula de la misma manera que a las 4 horas, al segundo día un pelín más, al 4º igual que al segundo… Siguen prefiriendo el olor del líquido amniótico al olor de la leche artificial, por lo menos en cuanto a olfato, a ellos no les convence. Están programados biológicamente para escoger lo que evolutivamente les va a otorgar mayores beneficios: la leche de su madre.
♥ Hay más, se compara la exposición al olor de la leche materna y al de la leche artificial. Casi la totalidad de bebés amamantados sientes preferencia por la leche de su madre y, lo curioso, es que casi la totalidad de los bebés alimentados con leche artificial también prefieren el olor de la leche materna. Digo curioso porque aun habiendo sido alimentados desde el inicio con otro producto, que es el que saben que les quita el hambre, prefieren la leche materna, aunque nunca la hayan probado.
♥ Por último se han analizado las preferencias en bebé amamantados sobre el olor de su madre y el olor de otras madres. Los resultados son obvios, donde esté la propia madre… que se quiten las demás.
♥ Os cuento esto no sólo por la implicación que tiene la leche materna, sino por explicar 2 cosas. Una es que el bebé esos primeros días está mucho más calmado en brazos de su madre. Suele coincidir con la estancia en el hospital y las primeras visitas en casa y puede ocurrir que el bebé se muestre inquieto al pasar de brazos en brazos. Él se sentirá más tranquilo en brazos de quien cuyo olor le produce calma, con mamá.
♥ Otro punto a tener en cuenta es la colonia. Los primeros días es preferible que ni el bebé ni los papás se echen colonia, para no interferir en los olores que le calman. Por el mismo motivo, sería conveniente que quien va a visitar a un recién nacido, tanto en el hospital como en casa, no abuse del uso de perfumes. Cuanto más sencillo todo, mejor.
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¡Qué interesante! ¡Que existan estos estudios me parece algo casi de ciencia-ficción! ¿¿Cómo mides-testeas-evalúas las preferencias de olor de un recién nacido??
Recuerdo que una de las cosas que más se me quedó de las que fui leyendo durante nuestro embarazo, era el tema de los olores tras el parto: el intentar no ducharme con geles o champús muy olorosos durante los primeros días, ni tampoco echarme after-shave después de afeitarme, para que el bebé reconociera mi propio olor, para que no se camuflara y no me confundiera con otra cosa, porque son muy sensibles y «primarios».
Mira, este es el estudio del que he sacado la información: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15693764 se les presentaban distintas opciones y ellos giraban la cabeza en un mayor número de casos hacia una de ellas que hacia la otra.
De lo que no haya un estudio hoy en día…
Es importante lo de no utilizar productos con fuertes olores los primeros días, para ellos lo que mejor huele de sus papás… son los papás sin más! ni colonias, ni cremas, ni aftershaves…
¡¡Qué curioso!! Nunca me lo había preguntado, aunque si es cierto que reaccionan a los olores «conocidos» de la madre, por ejemplo.
Una nota, te faltó poner el enlace al artículo que escribiste sobre el primer baño, (en el cuarto párrafo)
Muchas gracias Marta! corregido 😉
Increíble que existan estos estudios. Que sea posible determinar las preferencias de un bebé recién nacido me parece flipante.
En cuanto a las preferencias… donde esté lo natural que se quite el resto. Me ha dejado sorprendidísima que incluso los bebés alimentados con LA siguen prefirinedo la LM aun cuando no la haya probado nunca… increíble.
Es puro instinto de supervivencia, estamos genéticamente programados para escoger aquello que mejor se adapte a nuestro desarrollo y los instintos no entienden de inventos como la leche de vaca modificada para el consumo infantil.
Jaja, es la segunda vez que leo sobre esto hoy. Estoy fin el libro de José María Paricio, «Tú eres la mejor madre del mundo», y habla de este tema en un apartado sobre lo sorprendentemente competentes que son los recién nacidos… Venimos al mundo muy bien preparados para sobrevivir, sabiendo lo que nos conviene 😉 ¡qué curioso! Muy interesante el post.
Qué casualidad!! pues sí, muchas veces dudamos demasiado de nuestras propias capacidades para todo, para parir, para dar el pecho, las capacidades de los bebés para agarrarse… pero si estamos preparadísimos para ello! si no fuera así, hoy no estaríamos aquí ni tú, ni yo ni nadie! todos extinguidos! (qué apocalíptica estoy!)
Los días que estaba en el hospital no utilizaba ni hidratante para no interferir en los olores.
Que curioso que prefieran el olor de la leche materna a la de polvos, aunque ahí tengo que decir que la mayoría preferiríamos el olor de la leche materna, huele mejor
Lo que es curioso es que la prefieran incluso quienes jamás la han probado, en comparación con lo que saben que les alimenta. Qué listos que somos desde chiquitines!
que curioso los olores y como saben elegir estamos programados para esto
La naturaleza es muy muy sabia!
Qué bueno, es todo de sentido común. Nosotros sí cumplimos a rajatabla eso de no usar perfume, sobre todo en el primer mes, y de no cambiar de jabones y cremas. Nos lo recomendaron en Neonatos (donde por supuesto hay que cumplir unas normas) y lo seguimos haciendo en casa. El tema del olor me pareció muy importante 🙂
Si no te lo dicen es difícil caer en ello. Para un recién nacido todos los estímulos son nuevos, cuanto más le facilitemos su adaptación a ellos, mejor 😉
Qué cosas!!! curiosísimo…YO no usé colonias, ni perfumes, ni desodorantes cuando nació UBMF y durante mucho tiempo…ahora ya si, aunque intento que no sea a la hora de dormir o de su teta.
A mi UBMF me dejó calro cuial era su olor preferido http://www.mamarrie.com/pequenas-historias-grandes-progresos-querer-con-el-olfato/
jejeje ese post es muy bonito! una cosa es leer un estudio… y otra que te lo diga directamente tu niño!
No se me había ocurrido! Otro dato más… de hecho había puesto colonia en la maleta para el hospital… ahora ya no la usaré.
Estos pequeños detalles son fáciles pasarlos por alto, oprque para nosotros son cuestiones insignificantes, pero a ellos les puede llegar a desconcertar un montón. La colonia, un poco más tarde mejor 😉
Curioso que unos bebitos tan chiquitos tengan preferencias tan marcadas. Ni idea tenía. Aunque pensándolo bien, de recién nacidos da igual donde te escondas. Ellos te huelen la tetita!! Y además es alucinante como lloran por hambre y a ti te pican los pezones que da gusto!!
Jejeje si es que… no podemos renegar de la fisiología del cuerpo humano!
Ahora entiendo varias cosas. Cuando nació la bichilla, estuve en contacto con un bebé de 3 meses y otro recién nacido, un mes más pequeño que ella. Ambos alimentados con leche artificial desde que nacieron. Pues desde la primera vez que los cogí en brazos ¡me metían la cabeza en el entreteto! Yo creí que era algo psicológico mío, porque no pensaba que sin haber probado ni olido la leche materna buscaran eso en una extraña. Pero ahora veo que quizás no estaba equivocada. Como me dice mi tía: en vez de estar donando leche para los prematuros debería haber hecho de nodriza con los de mi entorno. Aunque si sus madres no quisieron darles el pecho ¿quien soy yo para meterme?
Jajaja pues ya ves que no era algo psicológico tuyo, sino instintivo de ellos.
Tu tía hizo muy bien, esa leche donada es para quienes la quieren y la necesitan y es valiosísima!
Vaya post más interesante. Esto de los olores ya lo había oído, pero no sabía en los días exactos de dejaban de preferir un olor a otro. Que curioso que es que un recién nacido se guié por ese instinto…
Un abrazo!
Me alegro de que te gustara 🙂 si no fuera por los instintos, nuestra especia no habría llegado hasta la actualidad jeje
Qué datos más interesantes. Y qué sabia es la naturaleza humana. Nosotros desde que nació Maramoto ya no usamos perfumes. Y es más, cuando veo a mi padre, que sí que suele usar, hasta me molesta. Con lo que yo he sido con los perfumes… 😛
Nos pensamos muchas veces que necesitamos mil recursos y artilugios para todo y cuando nos paramos un poco… descubrimos que la naturaleza ha seguido su curso durante miles de años y lo continúa haciendo igual de bien 🙂
Que curioso e interesante!, la naturaleza es sabia!. La próxima vez que vaya a conocer a un recién nacido llevaré cuidado de no ponerme colonia. Cuando nació Iris no me puse, porque aunque no sabía lo que has comentado en este post, intenté evitar químicos innecesarios, pero la verdad que cuando he ido a visitar a un bebé no he caido en ese detalle. Gracias por la info!!
Me alegro de que te haya parecido útil! muy poquita gente cae en estos detalles y para los pequeñines son cosas importantes 😉
El primer día que llegamos a casa después del hospital y conseguí darme una ducha en condiciones, no me di cuenta y me puse colonia. Pues el niño al principio estaba como extrañado maja. Luego le puse en la teta y enseguida se relajó. Pero estoy segura de que fue eso.
Pues seguramente, diría «esta quién es?» y hasta que no olió la teta no pensaría «aaah! mi mami!» 😉
Es que si ya los adultos tenemos ciertas preferencias con los olores, normal que ellos también las tengan, y más cuando aún no han tenido capacidad para conocer todo lo q hay … En cualquier caso, el tema colonias no puedo soportarlo cuando hay un recién nacido!!!!! a mi suegra se lo tengo que decir xq se pone una burrada!!!
Hay gente que parece que se ducha con la colonia… y a los bebés eso les molesta un montón!
me parece un estudio muy interesante. Yo era de las que usaban colonia a diario, tampoco demasiada pero siempre salía de casa perfumada. Desde que nació mi hijo dejé de usarla para que identificara mi olor natural y ahora me parece que «empalago» cuando me le echo!
Jejeje te has acabado acostumbrando tú también a tu propio olor 🙂
Qué sabia es la naturaleza 🙂
Y desconfiamos tanto de ella…
Un post muy bueno y completo!!! Los enlaces no son posibles en este formato ?
Saludos veraniegos!!!!!! ^^
Qué alegría leerte por aquí! qué enlaces? en qué formato?
Me refería a algún link en el post, que dirija hacía aclaraciones o estudios que se mencionan. El formate me refiero a tu (pedazo) página web!
Siempre es un placer pasarse por aquí 😉
Aaaah! aquí tienes el estudio: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15693764
😉
Cuando iba a nacer la hija de una amiga fui a buscarle algo para regalar. En la tienda me recomendaron lo que después supe que se llama «doudou»: un trapito pequeño con un muñequito en una punta. Me dijeron que la madre durmiera con el trapito unos días antes del parto y que luego se lo pusiera en la cunita al bebé, que el olor de la madre les calmaba… entonces me pareció una forma más de venderte algo, pero ahora entiendo a qué se refería. Por cierto, a la bebé le encantó tanto el trapito que a los 3 años se lo tuvieron que esconder porque no quería dormir sin él.
Es cierto que es «para vender», porque al bebé le da igual que sea mono o no, le vale cualquier prenda que haya estado en contacto con su madre (o colechar, para quien decida colechar), pero el caso es que son una monada y son muy efectivos!!